¡Despegamos!
Las mini vacaciones han acabado y uno está feliz y contento porque con todas las experiencias que he tenido descubro que he dejado mucho “trabajo” por terminar en estas tierras tan maravillosas y donde la gente está más allá de lo esperado, todo ha sido colaboración y compañía a cada momento.
Ahora iremos a un encuentro deseado –volar- lo que no agradezco tanto es eso del “bajo coste” donde vamos como sardinas y por ahorrar, ahorran hasta en el aire acondicionado. La temperatura en cabina era más bien de tipo horno microondas. Por suerte y como detalle anecdótico el comandante puso la nota graciosa al despegue y al aterrizaje para que no todo sea tan “crudo” en una lata.
Estoy a estas horas delante del ordenador porque mi reloj despertador ha conservado la hora peninsular y no he sabido cambiarla así que llevo una hora de ventaja a todas las islas incluso a mi “chofer” que es posible que a estas horas todavía esté retozando entre las sabanas porque no es la hora. ¡He sido yo el que no me he enterado!
Hecho un vistazo atrás e intento pensar que es lo que tenía pensado hacer y lo que en realidad he hecho y me he dado cuenta que los programas no existen para nada, que es mejor la improvisación y tener una buena compañía para que todo salga “rodado”. Han sido muchos lugares, muchos instantes, muchas fotos y mucha “Alegría” por lo contento que me he encontrado ¡Gracias Anfitriones! Tanto a los que me han guiado por estas tierras montañosas como a los que me han cobijado bajo su techo. Sois una familia increíble.
Se me ocurren pocas cosas a estas horas aunque la cabeza este fresca y lo único que se me pasa por la testa es que ¡Volveré! Porque todo lo que dejo aquí es mucho más que cuatro días de visitas por estas islas. Hay muchísimas más cosas que ver y lo más importante volver a ver una familia que sabe recibir a los amigos como en pocos sitios he visto. Perdonad mi fijación pero es que ha sido ”entrega”, nada de servidumbre, les ha salido del “Corazón” que lo tienen demasiado grande.
Ahora ya me conocéis mejor y debéis saber que hay un pueblecito del norte de España en el que sabéis que hay sitio para que vengáis e intentaré hacerlo lo mejor posible. No digo igual porque será difícil, pero lo que esté en mi mano ¡Se hará!
Apenas quedan cinco minutos para que me llamen. Así que por el momento lo dejamos.
¡Al aeropuerto!
HASTA PRONTO
